Ubicado en Cuatro Ciénegas, un valle en medio del desierto enclavado en el estado mexicano de Coahuila, es uno de esos lugares en los que se tiene la sensación de transportarse a otro planeta debido a todas las maravillas naturales que alberga, famoso por los manantiales y lagunas que lo rodean es un oasis de calma y reflexión donde incursionan 4 paisajes diferentes.
El hostal se sitúa a faldas de la sierra, un gran camino se abre en la montaña, guiándote y adentrándote al edificio, y es así como la misma arquitectura te aísla de todo el exterior y descubres diferentes paisajes interiores, una gran recepción llena de vegetación y luz, las esbeltas columnas blancas dan pauta a los diferentes espacios; mamparas, cortinas y árboles los dividen permitiendo un diálogo entre los diferentes cuartos.
La gran escalera al oeste del edificio te emerge desde la profundidad del mismo hacia ese gran paisaje que tanto añorabas y te revela una nueva plataforma donde es difícil diferenciar el interior del exterior. De igual manera, las delgadas columnas son las encargadas de delimitar este gran espacio organizando los diferentes estudios y dividiéndolos utilizando mamparas, cortinas, y hasta el propio mobiliario. Es aquí donde podrás expresar y manifestar tu forma de vivir y trabajar, habitar el espacio como quieras con opción de aislarte totalmente o de convivir con los demás habitantes temporales del lugar. Es aquí donde no queda más que reflexionar sobre ti mismo, de experimentar, de crear y sobre todo de llevar a cabo tus ideas.
Finalmente una nueva escalera te libera y te guía a la última plataforma donde podrás disfrutar de la naturaleza, del gran silencio.
